Los medios dicen que Thomas Crooks, quien supuestamente quiso disparar a la cabeza de Donald Trump, no tenía claras preferencias políticas. Al asegurar esto quieren parecer neutrales, pero las evidencias que hasta ahora han salido a la luz son mucho más claras en un sentido que en otro:
El padre del tirador -Matthew Crooks- fue identificado por la campaña de Donald Trump en 2016 como un “fuerte” votante republicano.
En Septiembre de 2021, Thomas Crooks se registró oficialmente como republicano en el estado de Pensilvania.
Ex compañeros de preparatoria, que atendieron clase con él- lo recuerdan como un férreo conservador. En los debates organizados en las clases de historia, Crooks siempre defendía posiciones en contra de los progresistas.
Vecinos afirman que la casa de los Thomas Crooks presumía propaganda de Donald Trump en su exterior.
Thomas Crooks formaba parte de un club de tiro, era un fanático de las armas y gustaba de ir a la escuela en ropa de cacería.
Cinco testimonios de afinidad trumpista. Solo uno apunta a lo contrario: en enero de 2021 el tirador hizo una donación de 15 dólares a una organización demócrata (conocida por usar engaños para recaudar dinero). Meses después, sin embargo, Crooks canceló su suscripción al correo a través del cual la organización obtuvo su donación, y posteriormente el tirador se unió formalmente al partido republicano. Es decir, la información disponible deja muy claro que a partir de septiembre de 2021, Thomas Crooks solo mostró señales de filiación conservadora.
Son indicios reveladores sobre el único atentado en la historia de Estados Unidos -contra un candidato presidencial- en la que el tirador falló todos sus tiros. ¿Crooks quería acabar con Trump o quería hacerlo pasar como un mártir? Lo segundo es a una hipótesis más consistente con el perfil del tirador.