Quienes desean ver caer a Estados Unidos, basan sus esperanzas en un grupo de países que, creen, serán los nuevos líderes mundiales: los BRICS.
Es un grupo de países -Brasil, Rusia, India, China, Irán, Emiratos Árabes, Egipto y Etiopía- que juntos concentran el 30% del Producto Interno Bruto Mundial. Suena impresionante, hasta que vemos los resultados: tras 15 años de existencia y 16 cumbres realizadas, incluyendo este año en Rusia, no han logrado absolutamente nada. Al menos nada que reemplace el orden mundial estadounidense. Así lo describe el propio creador del concepto “BRIC” en 2001, Jim O´Neill, un directivo de Goldman Sachs que en ese tiempo previo que esas seráin las economías más prometedoras del siglo XXI. Pero que hoy los considera un grupo inútil que sólo sirve para dar declaraciones.
No es una opínión, es un hecho. El principal objetivo declarado de Rusia, China y Brasil es crear un sistema de pagos internacionales que no pase por Estados Unidos, que no use el dólar. Pero no lo han conseguido y se nota. Hace unas semanas Rusia tuvo que aceptar mandarinas, sí mandarinas, la fruta, como pago, a cambio de que Pakistán aceptara sus exportaciones. Es lo que pasa cuando no puedes usar dólares ni euros. ¿Quién quiere rublos rusos o rupias indias o yuanes chinos? Nadie. Solo los aceptan quienes no tienen alternativa, como los gobiernos y las empresas de Irán y Rusia.
Los BRICS crearon un Banco hace 10 años que, se supone, iba a competir con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Pero una década después, sólo había prestado 32 mil millones de dólares a una docena de países. El Banco Mundial, en cambio, distribuyó tres veces más que eso en un solo año. La diferencia es abismal.
Los BRICS no logran nada porque no pueden hacerlo. Brasil no comparte ningún interés con Etiopía. India y China son rivales históricos, tanto así que sus Ejércitos han chocado varias veces en los últimos años en la frontera común. Irán y Emiratos Árabes luchan desde las sombras: financian grupos opuestos armados en África, en un intento de ampliar sus esferas de influencia. ¿Sobre qué se van a poner de acuerdo? ¿Tumbar al dólar? Saben que no pueden porque entre ellos mismos no confían.
El dólar concentra el 58% de las reservas mundiales, el 54% de la facturación de exportaciones y el 90% de las transacciones en el mercado de divisas. ¿Quién le sigue? El Euro, después el Yen japonés y en cuarto lugar la libra esterlina inglesa. En un lejano quinto lugar aparece el yuan chino. Así es. Ni siquiera los BRICS lo usan de manera regular.
Toda la alharaca que medios e influencers hacen de los BRICS carece de sustento en números. Es puro pavoneo de sus países miembros para parecer más grandes, de lo que enrealidad son.