Por fin, Estados Unidos Se faja en contra de la interferencia de Rusia en las elecciones.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos investiga a un medio estadounidense, Tenet Media, a dos empleados rusos del medio RT, y a varios influencers derechistas como Tim Pool, Benny Johnson, Dave Rubin y Lauren Southern, por haber tomado 10 millones de dólares de Moscú, para promover la guerra contra Ucrania, para mantener a Estados Unidos lejos de ella, y para interferir en las elecciones presidenciales de este año. Es obvio a favor de quién: Donald Trump, quien nunca ha criticado públicamente a Vladimir Putin.
Hasta 100 mil dólares por video le pagaron a estos influencers, según el expediente. Algunos de ellos ya respondieron, no negando la información, sino diciéndose víctimas de un engaño. Como si fuera tan difícil googlear el nombre falso, Eduard Grigoriann, del supuesto empresario que te está contratando. Cualquier periodista semi profesional hubiera detectado que el personaje era la fachada de alguien más.
Pero ese es justo el punto. Cualquier supuesto analista o periodista que defienda a Vladimir Putin sólo puede ser o un empleado encubierto de Moscú o un pobre ingenuo que no sería aceptado en ninguna universidad, medio de comunicación o institución seria de investigación. Es así de simple.
Y con toda seguridad, esta de red de influencia pagada se extiende más allá de Estados Unidos. En países de Europa y Latinoamérica. Por eso, somos los menos en las redes sociales, quienes hablamos abiertamente en contra de Rusia. Nadie nos paga por ello lo cual, personalmente, considero que es un error estratégico por parte de Estados Unidos. Debería combatir fuego con fuego. Pero en fin, afortunadamente, habemos muchos que solo por convicción, combatimos la propaganda de los enemigos de Occidente.