Con el arresto de El Mayo Zambada debe terminar también la idea romántica de que los narcos son humildes rancheros que solo mueven droga. Han evolucionado mucho desde entonces
Esa fantasía se creó porque en un principio los cárteles se repartieron el territorio y el gobierno mexicano priísta garantizaba el acuerdo. Pero esos grupos crecieron a tal punto que se volvieron el gobierno de facto en regiones enteras del país, como Sinaloa.
Felipe Calderón “pateó el avispero”, dicen. Y así fue, pero el avispero no apareció de la nada, lo dejamos crecer. La gente ahora ya no lo recuerda, pero la guerra en realidad empezó antes de 2006, en lugares como Nuevo Laredo. Porque las organizaciones criminales para entonces ya no eran rancheros con rifles, como "El Mayo" en un principio, sino empresas con ex militares a sueldo. De los grupos que sólo protegían sus rutas de trasiego de drogas, pasamos a "Los Zetas" y otros cárteles que incursionaron en negocios como la extorsión.
Desde entonces no ha habido vuelta atrás. El tráfico de droga se convirtió en la fuente de negocio principal, pero no la única de los cárteles, y los códigos morales que antes imponían personajes como "El Mayo", se diluyeron ante los conflictos entre grupos.
La solución no fue enfrentarlos directamente y en todas partes, como creía Calderón. Pero tampoco lo fue repartirles programas sociales a las bases para que "se portaran bien", como pedía López Obrador. Falta una cosa por intentar: "mano dura" para quienes cometan crímenes contra la población... pero con prosperidad económica general que provea de alternativas a los jóvenes.
El momento es ideal, ante la avalancha de inversiones que puede venir con el nearshoring. Esa es la parte fácil. La difícil, es que el gobierno de Claudia Sheinbaum logre innovar y hacer algo con la seguridad, que no haya intentado antes.