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Foto del escritorEsteban Román

Impotente nuclear. Rusia falla otro misil intercontinental

Actualizado: 27 sept

Rusia falla otro misil intercontinental

Rusia ensayó lanzar un misil intercontinental capaz, en teoría, de cargar bombas nucleares al otro lado del mundo, incluido Estados Unidos. Y, para sorpresa de nadie, falló. El misil terminó explotando dentro de la zona de lanzamiento. 


Ya no es sorpresa, porque Rusia ha fallado cuatro de los últimos cinco intentos de lanzar este tipo de misiles intercontinentales, como parte de sus amenazas nucleares. El más vergonzoso de esos fracasos fue aquel con el que Vladimir Putin quería a espantar a Joe Biden durante su visita a Kiev, la capital de Ucrania en febrero del año pasado. El lanzamiento no funcionó. 


Los gobiernos del mundo se han dado cuenta de estas y otras fallas, como las de sus misiles hipersónicos supuestamente imparables que han sido fácilmente interceptados por sistemas de defensa estadounidenses en Ucrania. Y por eso las ventas de armamento ruso se han desplomado a la mitad en la última década; ahora solo 12 países le compran sus armas, muy por debajo de los 31 que eran sus clientes regulares apenas en 2019. Incluso sus “aliados” de los BRICS, India y China, ahora le compran 34 y 39% menos, respectivamente, que antes de la guerra.


Y esto solo es la punta del iceberg. Rusia mueve su armamento a mano, porque carece de una logística mecanizada, que es como Estados Unidos y Europa transportan su arsenal desde el siglo pasado. Lo cual, a su vez, hace a los depósitos de armas de Rusia vulnerables. Ucrania acaba de destruir con drones tres de esos depósitos en solo una semana. 


No por nada Anthony Blinken, el secretario de Estado de Estados Unidos, bromeó que ya no consideran a Rusia el segundo mejor Ejército del mundo, sino el segundo mejor ejército en Ucrania.


Y a pesar de todo esto, Rusia es una amenaza. Porque pese a su corrupción y pese a su incompetencia, están dispuestos a hacer lo que ningún otro país occidental: sacrificar a cientos de miles de sus propios ciudadanos en una guerra de desgaste. Sacrificar su prosperidad económica a cambio de dedicar sus industrias a la producción de municiones y vehículos artillados. Eso los hace peligrosos: compensan su falta de sofisticación con ambición y masa. 


Por eso lo que Estados Unidos y Europa deben hacer es aprovechar que Ucrania ha revelado las debilidades de Rusia y que está dispuesta a poner lo más difícil, que son las vidas de sus soldados, para que Putin sea derrotado. Porque solo con una derrota militar humillante, como la que los rusos sufrieron antes de la caída de los zares, es que podemos tener la esperanza de que lo que surja de entre las cenizas no sea otro déspota con sueños de imperio, sino un país normal, deseoso de vivir en paz.




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