En 2016 casi nadie creía que Donald Trump podría ganar las elecciones presidenciales de ese año. Casi todas las encuestas daban como ganadora a Hillary Clinton. Pero hubo un hombre, el historiador Alan Lichtman, quien predijo lo contrario. Y acertó. Trump fue presidente.
Ahora ese mismo especialista predice que Kamala Harris será la ganadora de la elección presidencial de este año.
Lichtman ha acertado correctamente el resultado de todas elecciones presidenciales desde 1984. Con excepción de una, la elección del año 2000, cuando la diferencia entre Bush y Gore fue de menos de 600 votos en Florida. La única elección en la historia moderna de Estados Unidos, en la que, sí hay argumentos válidos para hablar de un fraude. Al final, no fue un recuento de votos el que decidió al ganador de esa contienda, sino la decisión de la Suprema Corte de suspender esa revisión de los resultados. Hay bases para darle la razón a Lichtman cuando dice que, en realidad, nunca se ha equivocado.
En cualquier caso, Lichtman ha acertartado, donde los encuestadores se han equivocado, porque el historiador construyó un modelo de predicción basado en 13 claves que otros no miden, como el desempeño del partido gobernante en las elecciones intermedias previas o el desempeño económico del país a corto y largo plazos. Factores, difíciles de medir. Pero al parecer, muy predictivos. Y si a eso sumamos, que también las encuestadoras le dan más probabilidades de victoria a Kamala Harris -encuestadoras que han aprendido de sus errores en los últimos 8 años- no se ve cómo Trump podría dar la sorpresa esta vez.
Claro, si algo nos ha enseñado esta campaña, es que cualquier cosa puede pasar. Pero si ni siquiera un atentado -muy dudoso- logró hacer que Trump asegurara la victoria, es difícil imaginar otro evento que sí lo catapulte, de nuevo, a la Casa Blanca.