Hay un grupo de latinos en Estados Unidos, hombres principalmente, enojados por la migración ilegal, el alza de precios y la cultura woke. Entendible. Son problemas reales que han afectado durante el gobierno de Biden aunque él no sea el responsable de todo lo que le achacan. Y por eso apoyan a Donald Trump.
Lo que no saben esos latinos, o si lo saben, lo desestiman, es que ellos forman parte de una coalición electoral que incluye a grupos que los detestan solo por no ser blancos.
Nick Fuentes, uno de los voceros de esta llamada “identidad blanca”, va tan lejos como para criticar al candidato vicepresidente de Trump, JD Vance, solo porque su esposa es de origen indio. Desprecia también, por ejemplo, ex candidato republicano Jeb Bush, solo porque su esposa es de origen mexicano. Es decir, el problema no es el estatus migratorio, sino la raza.
Tucker Carlson, el más influyente vocero de la derecha, acaba de difundir una entrevista con un supuesto historiador que dice Adolf Hitler, el tirano alemán causante de la Segunda Guerra Mundial, ¡no era tan malo! Así es, el mismo Hitler que consideraba inferiores a todas las personas no pertenecientes a la raza aria. Elon Musk, el dueño de X (Twitter), compartió la entrevista por considerarla “muy interesante”; borró la publicación poco después.
Todos estos personajes, que rodean a Trump, creen que existe un perverso plan internacional para reemplazar a los blancos con personas de color. Algunos, como Fuentes, no tienen verguenza en decirlo, pero otros, disfrazan mejor su pensamiento porque saben que para que Trump sea electo necesitan al menos 30% del voto latino para ganar en estados indecisos como Arizona y Nevada.
Dense cuenta, latinos pro Trump, los están usando aunque, en el fondo, los desprecian. ¿Creen que al llegar al poder a esos grupos supremacistas les bastará con deportar migrantes ilegales? El estatus migratorio no les molesta, lo que les incomoda, son las otras razas.