top of page
  • Foto del escritorEsteban Román

Nadie se quiere "robar" tu litio

Actualizado: 6 ago

Nadie se quiere robar tu litio
Extraer litio no es un proceso simple

Nos han dicho, una y otra vez, que las grandes corporaciones, las potencias extranjeras, vienen por nuestros recursos naturales.  


No es tan simple. Tomemos el litio como ejemplo. Es un mineral necesario para producir baterías, como las de los autos eléctricos. Y eso hace pensar a algunos países que el hecho de que tengan litio en el subsuelo, ya los hace automáticamente ricos. No es así. Porque para hacer negocio con un cualquier mineral necesitas. 


  1. Inversión inicial para extraerlo. En el caso del litio, como en el petróleo, hay diferentes tipos de depósitos. Y unos son mucho más difíciles de explotar que otros. No es, como la gente se lo imagina, bolsas bajo el suelo a las que les tubo y sacas producto como agua de cisterna. Explorar el subsuelo, montar la infraestructura, pagar al personal, conectar el lugar de extracción, implica gastar millones de dólares durante años, antes de poder empezar a recuperar la inversión. 

  2. Cadena de suministro. Ok, ya tengo el litio, ¿a quién se lo vendo? ¿Lo podré comercializar más caro de lo que me costó extraerlo? ¿Podré mantener esas alianzas comerciales pese a la competencia de otras empresas y los problemas políticos y geopolíticos del lugar donde tengo mi negocio? 

  3. Inversión y certeza jurídica. ¿Quién va a pagar para hacer todo eso? ¿Podré hacerlo sin que me expropien? Chile y Australia han hecho bien las cosas. Compartieron con empresas e inversionistas el riesgo y la enorme inversión inicial y hoy son los mayores productores de litio del mundo. Bolivia, México y Argentina, en cambio, han sido países más desconfiados y, debido ello, su litio todavía no ha salido del suelo.


8 visualizaciones0 comentarios
bottom of page